hipnosis colectiva
«— Es imposible comprender —continuó Carmela— cómo millones y millones de personas obedecen ciegamente a un grupo de caballeros enfermizos que se llaman a sí mismos “Gobierno”. Esta palabra, es lo que creo, les infunde terror y es como una hipnosis colectiva a todo lo largo y lo ancho del planeta.
— Ha estado sucediendo por años —dije— y sólo a muy pocos se les ha ocurrido desobedecer y hacer lo que ellos llaman revoluciones. Si sus revoluciones triunfan, lo que a veces ocurre, crean gobiernos a veces más crueles y estúpidos que los otros.
— Es muy difícil comprender al hombre —dijo Carmela—, esperemos que todos mueran congelados. Estoy segura de que será muy placentero y saludable al ser humano no soportar ninguna autoridad. Tendrán que pensar por sí mismos en lugar de ser siempre instruidos acerca de lo que deben hacer y cómo deben pensar por medio de la propaganda, el cine, el parlamento y la policía.»